En la ciudad de Lima, las tres veces coronada "Villa" y la otrora "Ciudad Jardín", pasean por sus alturas, uno de los símbolos de la colonia virreinal.
Esta ave negra de aspecto temerario existió en el antiguo Perú, pero a raíz de la existencia de las acequias en la Lima virreinal y primeros años de la república, inundó la capital peruana.
Ocurre que esta ave tiene como centro de operaciones la ribera del río Rímac por los basurales que hay en sus alrededores. Pero también tiene como aposento nocturno, la Plaza Bolívar, aquella que está frente al Congreso de la República.
Curiosamente, mientras los señores congresistas llegan en horas de la mañana vestidos con su terno oscuro al parlamento nacional, las aves, también vestidas de piel oscura salen a buscar su alimento diario. Cada noche se observan "manchas negras" entre los árboles de la Plaza Bolívar que son las tétricas figuras de los gallinazos o sus nidos. Esos animales han desplazado a las mansas palomas que inocentemente se han trasladado al mismo local del Congreso, incluso, hasta vuelan por las partes altas del hall de los "Pasos Perdidos" del recinto congresal.
Sin embargo, esta avecilla que tenía como fin contribuir con la limpieza de la Lima antigua, sigue cumpliendo fielmente su trabajo en la ribera del río Rímac y en algunas zonas de Lima, especialmente cerca a la Plaza de Toros de Acho.
Más de un congresista quisiera tener como colaborador a alguno de estos gallinazos que gratis hacen su trabajo. No será necesario quitarle parte del sueldo al trabajador ni contratar empleados "fantasmas". Además trabajan todo el día y en las noches descansan. No comen pollo, ni roban cables y no son borrachos. Salvo las excepciones muy dignas de respeto y honor en el congreso peruano, hay legisladores que se han burlado de las leyes y de las razones por las cuales fueron elegidos. En los últimos casos que son pocos pero son, los gallinazos de la Plaza Bolívar hacen mejor su trabajo.
Estimado César:
ResponderEliminar¿Cómo estás? Qué buen artículo, breve, conciso y macizo.
Aprovecho la ocasión para comentarte que hace tiempo no hemos celebrado entre nosotros el Día del Periodista. ¿Por qué no reunimos el próximo miércoles 23 de octubre a eso de las 3 de la tarde o almorzamos a eso de la 1 de la tarde? Podríamos reunirnos con Tito y algún invitado más.
Un abrazo.
Estuardo